Historia de Tierra del Fuego

El archipiélago fueguino está habitado por el ”Homo sapiens sapiens” desde hace unos 10.000 años. El primer poblamiento fue obra de paleoamericanos, los cuales habrían sido los ancestros de los yámanas, los mánekenks y quizás parcialmente de los kawéskar.

Los yámanas habitaban principalmente en la región oriental, los kawéskar en las abruptas y anfractuosas costas occidentales. Hacia el siglo XIV una etnia del conjunto amerindio, del subconjunto pámpido y del linaje de los patagones, los onas, ingresaron a Tierra del Fuego. Esta nueva población se instaló principalmente en la región esteparia (aproximadamente la mitad norte del archipiélago), pasando a ser la etnia selknam; un linaje del conjunto ona accedió al extremo sureste del territorio mixogenizándose con los yámanas, dando origen de este modo a la etnia manneken o manekenken, conocida vulgarmente como “aush”.

La inmensa mayoría de la población originaria de la isla pereció a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, víctima principalmente de una campaña de exterminio lanzada por los estancieros patagónicos. Actualmente un número de descendientes de los fueguinos habitan en ella.

Los primeros europeos que tuvieron contacto con esta isla fueron los miembros de una expedición española al mando de Fernando de Magallanes, hacia el 21 de agosto de 1520. El nombre se atribuye a la visión que tuvieron de ella estos primeros marineros europeos que exploraron sus costas: desde sus barcos divisaban sorprendentes y constantes fogatas. Así, fue nombrada “Tierra de los Fuegos”.

Las hogueras eran la forma en que los originarios se protegían del frío austral que, a pesar del duro clima, apenas utilizaban ropa. Sólo el fuego y su especial adaptación metabólica (temperatura corporal un grado superior a la nuestra) los mantenía calientes. Portaban hogueras encendidas incluso en las canoas de corteza de lenga, que utilizaban para pescar y cazar mamíferos marinos.

El 1 de noviembre de 1520, Magallanes y sus compañeros se adentraron en el estrecho que llamaron “De Todos Los Santos” (actualmente denominado Estrecho de Magallanes), e hicieron un reconocimiento de las costas septentrionales de la isla, creyendo que se trataba de una región litoral de la Terra Australis Incognita y no un conjunto insular de América. La travesía duró 19 días.

Hacia 1555 el español Juan de Alderete intentó una conquista de la Tierra del Fuego pero, igual que Pedro Sarmiento de Gamboa, debió desistir ante las inclemencias climáticas (más que ante la resistencia de los nativos, ya que los fueguinos aborígenes solían ser hospitalarios). A inicios del siglo XVII otro español, Francisco de Hoces, notó por vez primera que Tierra del Fuego era un conjunto insular. El descubrimiento de Hoces fue corroborado por los neerlandeses Cornelius Schouten e Isaac Le Maire.

En los siguientes tres siglos distintos grupos expedicionarios ingleses, franceses y españoles recorrieron la zona. Entre 1826 y 1830, Robert Fitz Roy descubrió una nueva ruta interoceánica, el Canal Beagle.

Tras la Independencia de Hispanoamérica de Argentina y Chile, los dos nuevos estados discutieron largamente la soberanía sobre la isla. En julio de 1876 los cancilleres de ambos países, Bernardo de Irigoyen y Diego Barros Arana, dentro de un acuerdo general sobre las fronteras, decidieron dividir la isla con una línea imaginaria que separara el sector chileno, al oeste, del argentino, al este. La frontera convenida por ambos países en virtud del Tratado de Límites de 1881 se extiende desde el Cabo Espíritu Santo, en la boca del Estrecho de Magallanes, hasta el Canal Beagle, siguiendo la longitud 68º 34′ W.

Desde décadas antes ya había comenzado el asentamiento de población blanca, iniciada con la introducción de misioneros anglicanos y católicos salesianos. Tras ellos llegaron los primeros estancieros, que iniciaron una fuerte presión sobre la población indígena.

El interior de la isla permaneció desconocido hasta 1879, año en que la expedición del teniente de la Armada de Chile Ramón Serrano Montaner lo atravesó desde la bahía Gente Grande hasta la bahía San Sebastián en el Atlántico.

Más de 4.000 nativos onas o selk’nam habitaban sus pampas esteparias, que la cubren casi por completo desde la boca del estrecho hasta los primeros contrafuertes de la Cordillera de Darwin -al sur-, donde aparecen los matorrales y luego el espeso bosque magallánico. Eran tribus nómadas, de estampa corpulenta y gran estatura, hábiles con la honda, el arco y la flecha, instrumentos que los ayudaban a cazar guanacos y aves. Además eran hostiles a cualquier intromisión en su territorio por casi medio siglo rechazaron los intentos de penetración que se organizaban en la frágil colonia de Punta Arenas. En su homenaje, los primeros navegantes bautizaron la bahía con el nombre de Gente Grande.

La exploración de Ramón Serrano en 1879 reveló que estas tierras eran excelentes para la ganadería. En la siguiente expedición, en 1880, Jorge Porter descubrió la bahía Porvenir y encontró oro en la sierra Boquerón; cientos de mineros de América y Europa invadieron el lugar a partir de 1882. Las minas se industrializaron hacia comienzos del siglo XX, con dragas mecánicas, hasta que finalmente se agotaron los yacimientos hacia 1909.

En 1881 comenzaron a llegar a Tierra del Fuego buscadores de oro, que tras algunas investigaciones lograron hallar el preciado metal en la isla. La noticia se extendió rápidamente, dando paso a una fiebre del oro que atrajo numerosos inmigrantes europeos. Entre ellos llegó Julius Popper, que alcanzó a erigir un pequeño imperio minero, basado en cuestionados métodos, como el genocidio de la población autóctona.

Por el tratado de 1881 y el protocolo de 1893 se estableció un ”límite seco” y totalmente geodésico entre la Argentina y Chile en la Isla Grande de Tierra del Fuego el meridiano 68º36’38”. En 1884, una expedición argentina al mando del comodoro Augusto Lasserre llegó a la zona y fundó el 25 de mayo la Subprefectura Marítima y el Faro de San Juan de Salvamento en la Isla de los Estados y el 12 de octubre fundó la ciudad de Ushuaia.

La súbita riqueza aurífera permitió el establecimiento de las principales poblaciones urbanas. Porvenir, en Chile, y Río Grande en Argentina, se crearon en 1883. La mayor población de la isla, Ushuaia, fue fundada al año siguiente.

A mediados del siglo XIX Luis Piedrabuena comenzó a explorar regularmente Tierra del Fuego e instaló un apostadero en ”San Juan de Salvamento”, ubicado en la Isla de los Estados. En la década de 1870 llegó a la isla un grupo de misioneros anglicanos liderados por Thomas Bridges. Éste aceptó la soberanía argentina sobre la misión que fundara en Ushuaia. Poco después, misioneros católicos salesianos fundaron Río Grande, aceptando también la soberanía de la Argentina, la cual quedó consolidada desde la década de 1880 en el sector oriental de la Tierra del Fuego.

En los últimos años del siglo XIX se crearon las primeras grandes estancias ovejeras de la isla, propiedad de las familias Braun, Menéndez y Bridges.

Y a medida que la exploración y colonización se aceleraba, la vida de los nativos sufría gravísimas perturbaciones, a partir de 1880 millares de nativos fueron masacrados por bandas de asesinos a sueldo al servicio de las nacientes estancias de propiedad de inmigrantes ingleses y croatas. Ramón Lista, Alexander McLennan, Julio Popper y otros dieron lugar al ”Genocidio selk’nam en Tierra del Fuego”, que se prolongó hasta bien entrada la década de 1920.

Víctimas de este proceso de ocupación del territorio fue la raza selk’nam. Los nativos fueron cruelmente perseguidos en cacerías organizadas por empresarios del oro o por asesinos profesionales, a quienes se les pagaba por un par de orejas cortadas. José Fagnano, un misionero salesiano llegado a Punta Arenas en 1888, obtuvo en concesión la isla Dawson en el Estrecho de Magallanes y fundó allí una reducción donde alcanzó a reunir a casi mil selk’nam enviados por los estancieros. en 1893 instaló otra reducción próxima a Río Grande, en Argentina, dando refugio a otro numeroso grupo de nativos.

Sin embargo, en cautiverio muchos murieron por enfermedad o desadaptación. La misión en isla Dawson se cerró en 1912 y en 1920, el antropólogo Martin Gusinde contó a sólo 276 selk’nam sobrevivientes en toda Tierra del Fuego. En la actualidad los recuerda una lápida dedicada al Ona Desconocido en el cementerio de Punta Arenas.

En 1899 se llevó a cabo el “Abrazo del Estrecho”. Los presidentes Federico Errázuriz Echaurren de Chile y Julio Argentino Roca de Argentina se juntaron en Punta Arenas. Roca instó a José Menéndez y Mauricio Braun, entre otros estancieros, a explotar la despoblada Patagonia argentina. Al año siguiente, el grupo de Menéndez ocupó todas las pampas argentinas de la isla formando las estancias 1a y 2a Argentina que, asu vez, dieron origen a la ciudad de Río Grande. Un poco más al sur se instalaron los hermanos Bridges, hijos del pastor anglicano fundador de Ushuaia y primeros colonos nacidos en Tierra del Fuego.

 

Ushuaia, la bahía que penetra al poniente
Ubicación, sitios y datos de interés.
Ushuaia está ubicada a orillas del Canal Beagle en el extremo sur de la Isla Grande de Tierra Del Fuego. Es capital de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Argentina. Es la ciudad mas austral del mundo.
Los primeros pobladores humanos de Tierra del Fuego fueron cazadores y recolectores nómades que dependían de los recursos terrestres existentes. Ocupaban lo que hoy es la Isla Grande, hace ya más de 10.000 años. Llegaron desde el Norte, caminando, pues en ese momento la Isla Grande estaba todavía conectada con la Patagonia Continental. El Estrecho de Magallanes se abrió a aguas oceánicas hace sólo unos 8.000 años. Una segunda oleada de poblamiento fue la de los nómades del mar. Estos llegaron por mar, navegando de isla en isla desde el Islario Occidental de Patagonia.
A la llegada de los europeos a la región, la Isla Grande estaba ocupada por cazadores – recolectores cuya economía se centraba en los recursos terrestres, denominándose a sí mismos: selk’nam y haush. En tanto que las islas y canales que se extienden al Sur de la costa Norte de los Canales Beagle y Ballenero estaban ocupados por nómades del mar, cuya economía se basaba en el aprovechamiento intensivo de los recursos marinos. Se denominaban a sí mismos: yámana y halakwoolip. Los selk’nan son también conocidos como onas, los yámanas como yaganes y los halakwoolip como alacalufes.
Los primeros testimonios históricos de Ushuaia coinciden con las incursiones de audaces navegantes europeos a partir del Siglo XIX. Los yámanas son sorprendidos por el Bergantín Beagle, surcando las aguas del Canal Onashaga, al que posteriormente se daría el nombre de «Beagle».
Ushuaia está rodeada por los Montes Martial. La base de la cadena montañosa Martial queda a sólo 7 km. de camino de ripio de Ushuaia. Allí funciona una pista de esquí. Para ascender se toma la aerosilla que recorre unos 1100 metros. Al llegar a la cumbre, a un lado se obtiene la panorámica del Canal Beagle y hacia el otro, del Glaciar Martial, ubicado a dos kilometros de allí. Es posible acercarse al glaciar caminando ese tramo. Se recomienda contratar el servicio de guías especializados para caminar en la zona del glaciar.
Otro de los lugares mas visitados en Ushuaia es el Parque Nacional Tierra del Fuego. El recorrido conocido como Senda Costera es un sendero de unas tres a cuatro horas de duración, que recorre el sector más bello del parque. La vegetación es abundante e increíble: lengas, ñires, coihues, orquídeas, canelos, notros, etc. Cerca de los lagos del Parque Nacional, se pueden observar las aves marinas más bellas del extremo sur argentino: albatros, petreles, palomas antárticas, cormoranes y pingüinos.
Entre los museos de la ciudad, los más recomendables son el Museo del Fin del Mundo que cuenta con una gran colección histórico-natural, el Museo Marítimo de la Ciudad que funciona en el histórico edificio del ex-Presidio o Cárcel de Reincidentes, y el Museo Yamana.
El presidio fue símbolo de la colonización de Ushuaia. Su construcción comenzó en 1902 y finalizó en 1920. Fue llevada a cabo por los mismos presos y llegó a tener 5 pabellones y 380 celdas unipersonales. Su objetivo era alojar a los «reincidentes», pero terminaron llegando los criminales más brutales, estafadores, ladrones, presos políticos y militares. En el Pabellón 4 funciona hoy el Museo Marítimo, que muestra la historia de Tierra del Fuego a través de los navegantes que surcaron sus costas.